viernes, 25 de julio de 2008

You Live...You Learn.


Algo muy espontáneo.
Un trabajo sencillo inspirado en la canción de Alanis Morissette
"You Learn".


Concepto, fotografía, modelo y edición: Cri Rivera*

jueves, 26 de junio de 2008

Quizás hubiese preferido no vivir.


Quizás hubiese preferido no vivir.

A veces creo que enloqueceré, siento que desde la lejanía se acercan, cual cazador a su presa,
un torrente de recuerdos, provenientes de la más profunda y oscura fosa de mi memoria,
recuerdos que sacudirán mi ser y alteraran mis sentidos.
[Voces desconocidas aseguran mi cordura]
Así como desaparece la espuma luego del descarado beso de la ola con la roca,
desaparece poco a poco mi esencia, se desvanece, huye hacia la luz.

A veces, sólo a veces, cuando las noches son más solitarias y más oscuras,
He intentado negar mi existencia, pero el frío me azota y recuerda cuan vulnerable soy,
al ser humana.
[Vulnerable y maldito ser humano]

Sé que no puedo evitar la muerte, pero alguna veces, hubiese preferido evitar la vida,
para evitar tropiezos, para evitar la melancolía de ese rejuego de altos y bajos
que no logramos controlar a la perfección, ese rejuego llamado vida.
[Y el titiritero continúa manipulando a las marionetas]

Existen días en los que creo ser feliz, mientras que de mis ojos sólo salen lágrimas.
Existen días en los que pensaba que de mi boca, de esa misma que utilicé para besar,
salía una sonrisa cuando verdaderamente gritaba.
Y otros días, ¡oh aquellos días!, en los que creía ser alguien,
cuando en realidad era nada.
Días en los que memorias reprimidas parecían valer algo,
pero todo era una ilusión.

Y pensar que había preferido evitar la vida,
cuando realmente no quiero morir…


Cri Rivera*.
Jueves, 26 de julio del 2008.

Photography by JustinvZ

viernes, 23 de mayo de 2008

Lulussa.

Presenting you my beautiful creature, Lulussa <3.
She's pretty flirty,
funny and unique.






By: Cri Rivera.
Nightmare*

miércoles, 14 de mayo de 2008

Somos Humanos


[Imaginamos*]
Mundos perfectos donde las piezas de distintos rompecabezas encajan ...
porque seguimos pintando arcoiris en blanco y negro.

[Creamos*]
Fantasías donde nos embriagamos en drogas y deseos carnales
en busca de una efímera felicidad complementada de sueños etílicos...
y llegamos a callejones sin salida.

[Exploramos*]
Profanamos memorias para inmortalizar recuerdos vanos...
y hablamos de sueños inalcanzables.

[Soñamos*]
Con nosotros mismos bailando al ritmo de melodías insonoras
y nos entregamos a movimientos bruscos.

[Morimos*]
Esperando lo imaginado, añorando lo soñado,
arrepintiendo lo explorado
y pensando en lo creado.

[Vivimos*]
Somos Humanos...

By: Cri Rivera.
Photography by: Proama
14/5/08.

sábado, 3 de mayo de 2008

Zona Colonial

Montesino




Sacred Hand



Pretty in Wire





By: Cri Rivera.
29/04/2008

miércoles, 2 de abril de 2008

Si fuera, pero no soy.


Si fuera un mes: Abril.
Si fuera un planeta: Saturno.
Si fuera una hora del día: 7 pm.

Si fuera una bebida:
Baileys.
Si fuera un instrumento musical: Guitarra acústica.
Si fuera una fruta: Sandía o Melón.
Si fuera un sabor: Caramelo.

Si fuera un postre: Galletitas o Helado de Vainilla!

Si fuera una comida: Lasagna.
Si fuera una parte del cuerpo: Los ojos.
Si fuera un CD: Burn the Sun by ARK.
Si fuera una canción: Forever in Love by Kenny G / Absolute Zero by ARK.

Si fuera una asignatura: Biología.
Si fuera un deporte: Natación / Baile.
Si fuera un número: 26.
Si fuera una edad: 18.
Si fuera un color: Morado!
Si fuera un invento: Letras.

Si fuera una película: Forrest Gump.
Si fuera una carrera profesional: Medicina. / Fotografía.

Si fuera un país: Inglaterra.
Si fuera un sentimiento: Felicidad
Si fuera una virtud: Espontaneidad.
Si fuera un defecto: Impuntialidad.
Si fuera un libro: Antes los ojos de la ley by Miguel Batista.

Gracias a Pé.
De quien tomé el cuestionario.


*Photography by
Nightmare*

martes, 1 de abril de 2008

Elementos


Elementos

Sentimientos al borde de un precipicio, cuelgan de un delgadísimo hilo de plata.
Pensamientos que recorren los caminos de la mente y se cobijan en fosas de la memoria.

Sombras que atraviesan las distintas veredas del alma,
y matices que se divierten creando singulares degradaciones de emociones.

Excentricidades que se crean en la retorcida mente de una muñeca de porcelana
y ojos profundos y cristalinos, que revelan los secretos mejores guardados.

Falacias que descansan sobre el desnudo cuerpo de la lujuria,
tendido sobre una plana y fría superficie, en espera de una autopsia.

Rituales etílicos que se realizan a diario lastimando seres, creando humanos.
Días imaginarios, carentes de pasión, donde la tristeza brilla por su ausencia
y el dolor es imposible de encontrar.

Lluvia y lágrimas caminan de la manos, camuflajeádose la una con la otra,
evitando llamar la atención de aquellos que nunca se percataron de ellas.

Cuerpos que salpican sus pies en un mar de gritos escalofriantes.
Lamentos reales que sólo los sordos escuchan dentro de una estructura
donde cuatro paredes rojo carmín se levantan alrededor de ilusiones imberbes.

Solitarias siluetas con deprimentes aspectos se entrecruzan en cielos oscuros
mientras que en tierra firme, reclutas del olvido danzan al compás de melodías infinitas.

Luces que aturden pupilas agotadas de contemplar el vacío en espera de algo inusual
y pulmones exhaustos de recibir con los brazos abiertos al despreciable oxígeno.

Silencios que estrangulan las palabras sumergidas en las emanaciones de la arrogancia
cuyo destino continúa siendo un enigma para la vesania.

Se encuentra todo, cuidadosamente colocado, en el interior de un cofre antiguo y desdeñado,
destruido y reestructurado, misterioso y anhelado, albergado en un lugar curioso,
todo en un corazón que al destierro fue enviado.

Cri Rivera.

Lunes, 28 de enero del 2008.

*Photography by Eliza.


Cuatro Paredes


Cuatro Paredes

Son cuatro paredes tornasol, de aquellas que conmutan sus matices.

Son cuatro paredes, a veces púrpura, a veces grises.

Son cuatro paredes que encierran mi alma,
son cuatro pareces que revuelven mi calma.

Son cuatro paredes confusas,
esas que unas veces están claras,
pero mayormente permanecen oscuras.

Son paredes lúgubres, que encierran secretos,
Son vacías e insípidas, hechas de concreto.

Me atrapan, me encierran,
Me limitan, me condenan.
Son parte de un difunto aposento,

Donde todo gira alrededor de memorias,
Un gran cofre repleto historias,
Con o sin final, pero a este punto, ¿qué me puede importar?

Coleccionista de epitafios,
Buscando siempre en los obituarios de mi imaginación
Alguna señal, alguna razón,
Algo que le dé sentido y le otorgue vida a esta cruda habitación…

Cri Rivera.
Martes, 13 de noviembre del 2007.

*Photography by Unknown.

Recuerdos


Recuerdos

Recuerdos, recuerdos que nacen en el interior de la fosa de la memoria.
Recuerdos felices, de infinitas noches junto a tu ser.
Noches sintiendo tu cuerpo junto al mío.
Haciendo que ese momento a tu lado fuese perpetuo.

Y mi imaginación juega conmigo una vez más,
me traiciona y me recuerda las noches rebosadas de lujuria,
lujuria de la cual sólo las sabanas fueron testigos.

Cuerpo al que tocaste con esas suaves manos,
deslizando tus dedos por mi pecho,
dibujando círculos sobre el,
trazando líneas oblicuas sobre la superficie de mi alma.
Juegas como un niño con la estrella entre dos montañas
y tu lengua traza senderos que conducen hasta las planicies interminables de mi torso.

Tu boca besa mi firme cintura dejando huellas de un suspiro alentador,
haciendo que mi interior exprese a gritos el deseo de que me toques por dentro,
despacio, dejo que mis manos se paseen por tu espalda,
noto el cambio en tu mirada.

Tu mirada, perforando mi ser con cada respiración que dejo escapar sobre tu piel.
Tus manos, oh esas manos!
Recorren suavemente mi cintura, y se pasean por mis caderas.
Esas manos de un dios que recorren tierras santas y llenan los rincones de magia.

Manos que fueron moldeando mi vientre
deteniéndose al llegar a mis piernas
cuando un gemido nació de mis adentros y traspasó mi boca
llegando a tus oídos y haciendo eco en ellos.

Y durante ese segundo, te pertenecí.
Mi alma se fusionó con la tuya,
mientras que mis besos se fundieron en tu boca.
Tus latidos se combinaron con los míos en el renacer de nuestro interior...

Todo para despertar,
fría y radiante en esta eterna y cruda soledad...

Cri Rivera.
Amee Rosario.
Martes, 23 de octubre del 2007.

Gracias por tu colaboración

*Photography by Unknown.

Alma Perdida


Alma Perdida

Las nubes de algodón blanco y dulce azucarado, cubrían el cielo aquella tarde de octubre, cuando al mirar a través de la pequeña y rectangular ventana de la fosa de la memoria divisé una extraña figura.

Misteriosa y melancólica, llevaba el paso lento y caminaba cabizbaja, parecía tener sobre sus hombros el peso de mil hombres robustos.

Sus manos, marcadas por las líneas de los mapas del tiempo del antiguo reloj de bolsillo que acababa de extraer de su descolorado pantalón de vestir, dejaban escapar cada segundo que aquel viejo artefacto le proporcionaba. Los segundos se resbalaban, con cada tic-tac del aparato, entre sus dedos como si de agua se tratase.

Y aquel intervalo de su angustiosa existencia fue interrumpido por el frio líquido de la lluvia maldita que se atrevió a mojar desvergonzadamente su canoso cabello, marcado por los años de crueldad y maltratos impartidos hacia el mundo.

Pero lo que más atrajo mi atención hacia aquel personaje, esculpido por las manos de la maldad y la lujuria, fueron sus ojos; fríos y salvajes, de mirada despiadada que desembocaban en un pozo de violentos y sanguinarios sentimientos. Todo un mundo de brutales e inhumanos encuentros físicos, mentales, emocionales, psicológicos y sexuales se reunían todas las noches en su perturbada cabeza para hacer eco de las feroces maneras en las que había hecho correr a la sangre despavorida de los cuerpos de sus víctimas.

Y mientras el agua golpeaba suavemente su marchita carne, la sangre de las pobres almas que habían osado cruzar su camino se esparcía por las calles y abandonaba su cuerpo.

El putrefacto olor que desprendía de su espíritu era perfume para los cuervos que seguían atentamente sus pisadas, esperando que aquella alma en pena pereciera para celebrar un festín en nombre de los dañados por la malicia de aquel demonio.

Y la helada lluvia fue sustituida por la espesa neblina que cargaba consigo el manto oscuro de la noche.

Y los ojos de aquella alma desdichada y maléfica, aquellos testigos del sadismo y de la angustia de sus víctimas, pasaron de rojo carmín a violeta.

Y los ojos de aquella alma lasciva y desperdiciada perdieron su color, a la vez que su pupila, su iris, su cornea y su cristalino se volvieron uno solo; todo esto antes de que sus ojos se convirtieran en polvo y lo abandonaran para irse volando junto al viento de las tinieblas.

Asimismo, su cabello se desprendió de su cuerpo y se convirtió en negras cenizas que formaron parte del suelo que, minutos después, lo vio caer y lo envolvió en la dureza del portal hacia el infierno.

Y los pájaros negros lo rodearon y, sin esperar a que su carne perdiera la frescura del sabor a corrupción, lo condenaron a una eternidad de sufrimiento, mientras picoteaban sin piedad su alma, tratándolo como una de sus víctimas, tratándolo como alma perdida….

Cri Rivera.
Sábado, 20 de octubre del 2007.

*Photography by Unknown

Aurora


Aurora

A veces parece estar lejos, mientras su mirada se pierde en el vacío en espera de encontrar una razón, una respuesta.

Mantiene su mirada fija en el horizonte, mientras que el Sol se luce una vez más con su efímera muerte espectacular. El Astro de fuego teñía los cielos de matices anaranjados y rojos mientras continuaba su suicidio diario y se sumergía en las frías aguas del mar.

Ella, continuaba contemplando el horizonte, ahora decorado con aquel inolvidable crepúsculo.

Aquel crepúsculo que marcaba el fin de un capítulo.

Aquel crepúsculo que estaba destinado a ser el último de aquella historia de amores perdidos, promesas olvidadas y palabras vanas que se preparaban para desaparecer en el fuerte viento de aquella tarde de otoño.

Su cabello, negro como la oscuridad de la noche que pronto la acompañaría, danzaba al compás de aquella brisa que rozaba suavemente su delicada y pálida piel.

Sus ojos, sin un color definido, pues todo un arcoíris de sentimientos confusos se anidaba en ellos, se encontraban cristalizados por el brillo infinito de una lágrima nunca derramada. La calidez de su mirada estaba extraviada y, ahora, aquellas ventanas a su alma se encontraban tapizadas de agonía y desesperanza.

La Luna, plateada y espléndida, intentaba de todas las maneras posibles opacar la belleza de aquella mujer, pero le era imposible; pues, a pesar de que la tristeza envolvía a aquella hermosa criatura, ella se mantenía delicada, a veces gentil, poseedora de sensuales y cautivadores movimientos que le otorgaban, sin duda alguna, el título de diosa.

Y así el manto de la oscuridad y las tinieblas de la noche cubrieron todo el territorio.

Y las aguas del mar pasaron de azul turquesa a negro, un negro que simbolizaba la perdición, la muerte de aquellos sentimientos oscuros que cual bella dama albergaba en su interior.

Y sus ojos se llenaron de aquellas aguas malditas que llegaban a las costas y se besaba descaradamente con la indefensa arena.

Misericordia! Nada más… Imploraba misericordia a un ser supremo del cual, no estaba segura si existía o era tan sólo un vago invento de su imaginación, creado para sentirse querida, creado para no sentirse asustada en los solitarios caminos de aquella fosa remota a la que le otorgaba el nombre de memoria.
Pero encontró un pedazo del viejo valor descansando a un lado del lúgubre sendero, lo tomó y se aventuró en aquellas fosas malditas que una vez acogieron a los recuerdos de color rosa y amarillo, recuerdos felices y sonrientes, recuerdos de la infancia alegre que nunca tuvo y nunca tendría.

Repentinamente aquellos bastardos recuerdos se ahogaron lentamente en conjunto con los pulmones de Aurora, aquella misteriosa y silenciosa mujer que acababa de contemplar el último crepúsculo de su sufrida existencia. Aquella extraña pero preciosísima mujer que, sin más razones que el dolor que cargaba en su interior, se lanzó al mar en espera de un consuelo, en espera de que el cloruro de sodio de aquel gran cuerpo de agua lavara aquel infinito dolor que había elegido su persona para descansar y vivir eternamente...

Cri Rivera.
Jueves, 4 de octubre del 2007.


*Photography by Terry Rowe.

lunes, 31 de marzo de 2008

Eternos Amantes


Eternos Amantes

El viento se encargaba de ondear la tela de su delicado vestido rojo sangre mientras caminaba, mas bien, flotaba al ritmo de las hojas que dejaban caer los árboles. Ella, hermosa e impecable, se dejaba llevar por los aires de aquella fría noche de otoño; a la vez que su negro y largo cabello flotaba, gracias a la suave brisa que lo acariciaba, se adentraba a través de un lúgubre sendero que la llevaría a un pequeño lago, rodeado por las últimas moradas de las almas más nobles y más ruines de las que había escuchado hablar en toda su corta vida.

Las nubes hacían el intento de cubrir la Luna pero, como diosa del cielo, no dejaba que su brillo y luz fueran opacados por simples gotas de agua suspendidas en la atmósfera. Al contrario, su reflejo iluminaba la superficie de aquel lago, misterioso y profundo. Frente a el pequeño cuerpo de agua dulce, un joven parado sosteniendo su chaqueta, contemplaba el sinnúmero de estrellas que vanidosamente se reflejaban junto a la Luna. Parecían pequeñas niñas coquetas imitando a su madre, cada una intentando brillar más que la anterior, tan sólo para llamar la atención.

Unas pisadas se escuchan detrás del joven de traje negro y corbata gris, quien inmediatamente se dio la vuelta y se quedó inmóvil observando como aquella doncella se movía junto con el viento mientras se acercaba a él. ¡Oh, cuanto había soñado con aquel momento! Se acercó un poco a ella y, luego de un formal saludo, tomó su mano. Suave era su blanca y exquisita piel, refinada la forma en que le entregó su mano al distinguido joven, de elegante porte. Luego de tomar la mano derecha de aquella joven, rodeó su delgada cintura con su brazo izquierdo y la atrajo hacía él.

Sintió la respiración de aquella dama tan cerca de su piel. Aquello le provocó robarle un beso, que después de un par de intentos, pudo obtener. Ella lo miraba tímidamente, mientras sus mejillas se tornaban de un rojo carmín. Los ojos de él brillaban al mirarla sonrojada. Se sentía como un caballero que acaba de obtener el primer lugar en un importante justa . Una vez terminada la ilusión del intercambio de miradas, él atrajo un poco más hacia su persona a tan preciosa dama que tenía entre sus brazos y, con tan sólo un movimiento, comenzaron a danzar bajo las vanidosas y coquetas estrellas.

Se movían al compás del apacible viento, mientras los grillos proporcionaban el ritmo necesario para que aquel baile de ensueño no terminara. Él disfrutaba mientras la sentía moverse entre sus brazos. Ella se dejaba llevar por el romanticismo y el sentimiento que la envolvía cada vez un poco más. Y así, al llegar la Media Noche, las campanas de una vieja iglesia comenzaron a sonar, y el viento se hizo más fuerte. La danza no cesaba y las nubes dejaron filtrar un rayo de brillante luz que los rodeó, a la vez que ella se dejaba caer hacia atrás con la elegancia de una bailarina profesional de Vals. Él, por su parte, la sostenía con ternura, de igual forma en que una niña sostiene su muñeca y confidente.

El viento bufó aún con más fuerza y ambos amantes perdieron el aliento a la vez que comenzaban a desvanecerse en la oscuridad de las tinieblas que comenzaban a apoderarse de aquel camposanto.

Finalmente, el viento cesó y ambos amantes se separaron a la vez que la luz que les proporcionaba la Luna se apagaba lentamente. Ella lo miró con sus ojos color esmeralda rebozados de una tristeza infinita. Él la consoló con tan sólo una tierna mirada cargada de amor, acto seguido, tomó su delicada mano una vez más y la guió hasta su morada donde, después de un apasionado ósculo, veló por que descansara pacíficamente. Inmediatamente después de haberlo hecho, volteó sobre sus pies y se encaminó hasta su propio mausoleo, donde ubicó su sarcófago y se dispuso a descansar durante cien años más, período que emplearía en planear su próximo encuentro con aquella, su hermosa doncella, su eterna amante...

Cri Rivera.
Viernes, 13 de julio del 2007.

*Photography by Pascal Renoux.

Chapter One: The Mysterious Castle.

"For all the Ghosts that are never gonna catch me"

Chapter One: The Mysterious Castle

Wolfs howling at the full moon while fog covers the Old Castle,
the autumn leaves make the creepiest sound a human being has ever heard.
There's a maiden running through this forest of perdition,
there's this maiden running right to the Cryptical Castle.
Hasn't she ever heard about the Ghosts?
Is she brave enough to face all the Ghosts?
She stills running, but now she stops, right in front the huge and grim Mysterious Castle's door.
Knock, knock -sounds the door while she hits it on an on.
"Hello, is anybody home?"- shouts her as she hits the enormous Mystifying Castle's door
"Please, someone please open this door!"- continues her as the stars disappear upon the night sky.
Fear starts to walk around her while she begins to get desperate,
but suddenly someone opened the Macabre Castle’s door.
The maiden walks in and contemplates everything inside that mysterious castle.
There was this huge candelabrum hanging right on the center of the room’s cealing.
Someone turned it off just after she walked in.
“That must be ‘cause of the windy weather outside”- said she to herself with a british accent.
She crosses the room when a deep dark voice shouts “Stop!”.
The maiden stopped as soon as she heard that creepy voice.
“Who....who’s there?”- said the maiden while she took a deep breathe and played nervously with her hands.
“I’m just a soul, a soul from Hell. I’m just a Soul... a Soul in Grief”- she starts looking around her while horror embraces her.
“I’m just a Soul in Grief”- said the deep ghastly voice once again.
The maiden walked a couple of steps back but suddenly stopped.
Now, she turns around and looks deeply to a corner and there...it was:
A human-shaped grisly shadow, which apparently was looking at her.
She tried to walk but she couldn’t move a single muscle.
In less than a second the human-shaped shadow moved and now it was right in front of her.
She screamed so loud and felt like her soul was trying to get out of her body.
The maiden was petrified. Fear starts to consume her body. It was a relentless fear.
The human-shaped shadow stills looking attentively at her.
She closed her eyes but, then, opened them as soon as she heard that dreadful voice again:
“Does this lovely maiden have a name?”-said the human-shaped shadow.
“Samantha, Sir, my name is Samantha” – answered her after doubted it for a few seconds.
The human-shaped shadow started moving around her. As it was moving, our lady felt how her body was embrace by an uncanny sensation, she couldn’t find any word to describe it.
Her soul was frozen but she felt like it was burning so hard, so cruel. The human-shaped shadow’s glance on her was heartless but she, for some reason, couldn’t take her turquoise eyes from the horrific human-shaped shadow.
“Oh, my adorable lady, why have you come to this yore Castle?”- finally said it.
Samantha stayed in silence for a while looking around her, trying to follow the human-shaped shadow with her eyes.
“Oh, my endearing maiden, I’m afraid you cannot leave this damned Castle now.”- said the human-shaped shadow again.
“Why...why I cannot leave this inscrutable Castle?”- questioned Samantha full of fear.
“No human being has ever left it before.”- answered the human-shaped shadow with its deep voice.
“Is there more people?, Is that what you meant to say, oh Sir?” – said her full of hope.
“People? No, lovely lady, there is no people but you”- the human-shaped shadow said.
“People come but never leave this dreary Castle. They always stay forever here. No person has ever found the way to get out of the Ghost’s Castle.” – said again the mysterious shadow.
“But, Sir, Is there a way to get out of this creepy place? – asked Samantha once again.
“Sure it is, my dear. This old Castle belongs to three Ghosts. The only way to get out of this forgotten place is finding those three Ghosts and giving them what they’ve been looking for.”- answered the human-shaped shadow.
“How, Sir? What do you refer, Sir? What do the Ghosts need?...Sir, please, answer me!...Sir, please! I need to get out of this Castle, Sir!.” – shouted desperately the maiden, but the human-shaped shadow was gone. There was no clue of where it has gone.
Suddenly, all the room starts shaking, then the wind runs through a dusty window and filled the room with its coldness.
Samantha starts looking around, hoping it was just an hallucination, then the creepiest scream ever was heard and the maiden fainted as million of forgotten and forsaken Souls in Grief invaded the room and started dancing around just like corpses do in graveyard under the moonlight....


Cri Rivera.
Lunes, 9 de julio del 2007.

La Muerte de la Máscara Roja


"Y luego, cuando después de la fuga de los sesenta minutos
que comprenden los tres mil seiscientos segundos de la hora desaparecida,
cuando llegaba una nueva campanada del reloj fatal, se producía nuevamente
el mismo estremecimiento, el mismo escalofrío y el mismo sueño febril."

[Edgar Allan Poe, Fragmento]



"Y esa multitud -la pesadilla- contorsionábase en todos sentidos,
tiñéndose del color de los salones, haciendo que la música pareciera el eco de sus propios pasos."

[Edgar Allan Poe, Fragmento]

Escrito # 1


Escrito #1

Una tarde más para la colección diaria, solitaria en compañía, perdida en un camino recto con el mapa de las curvas. Sentada en la penumbra iluminada por pensamientos que bailan al compás de una melodía sin ritmo. Acción peligrosamente segura, ilícitamente legal, prohibida y permitida... despistado y calculado, fríamente cálido, artificialmente natural, imaginado e inesperado.

Tiernamente apasionado, celestialmente infernal, una brisa cálida que congela mi piel entra por la ventana que refleja mi alma ya cansada de tanto descansar en una esquina circular de mi existencia, junto a la estrella más brillante apagada por el fuego del agua. Inocentemente culpable de desear lo indeseable, de mirar lo invisible y recordar lo olvidado.

Arcoiris sin color y sufrimiento sin dolor. Simplemente complicado el caminar sin los pies atados. Un corazón vacío lleno de amarga ternura, dulce pesadilla tristemente en la alegría escondida en la vitrina de cristal. ¿Por qué diablos no paran de mirar? Suavemente rasposo, falsamente verdadero, un beso inimaginable de aquel sin labios en el destierro.

Miro la luna en la mañana, junto al río salado y al dulce mar. ¿Quisieras venirme a acompañar? Resplandece sin luz la estrella ya muerta y apagada. Respira el cadáver del ataúd de cristal en busca de vida y de oxígeno que respirar. Seductoramente sobria la alcohólica aquella presente en la ausencia de la desesperada razón, la cual, espera pacientemente entender al viejo corazón...

Cri Rivera
Miércoles, 27 de junio de 2007.

*Photography by Nightmare*.