sábado, 20 de junio de 2009

Quiero tener una conversación con la Luna.


Quiero tener una conversación con la Luna.

Quiero tener una conversación con la Luna.
Sentarme, sobre una algodonada y blanca nube
durante una estrellada y brillante noche a su lado.

Quiero contemplar la lozanía de su delicado rostro
a pesar de los años, mientras me veo envuelta en
suaves y tiernas brisas nocturnas.

Quiero escuchar sus cuentos, aquellos basados
en los humanos a los que, cada vez que el Sol se
va a dormir, espía discretamente.

Quiero, solamente, camuflagearme entre sus
palabras y formar parte de sus fantasías/leyendas...
Simplemente, escapar de esta realidad.


Cri Rivera.
Sábado, 20 de junio del 2009.

viernes, 12 de junio de 2009

Brida.

"Inspirado en una visión y una portada."
Brida


Tan sólo días antes el cielo se había vestido de gris y había derramado hasta la última lágrima que poseía en su milenario reservorio,
pero aquella noche,
cambió su atuendo gris para vestirse con su manto azul marino estrellado,
la Luna engalanaba la bóveda celeste, acompañada de sus hijillas coquetas,
las cuales se reflejaban brillantemente en los ojos de ella, haciendo
que relucieran especialmente...


El viento soplaba sutilmente ondeando su largo cabello color azabache y la larga falda de su vestido naranja.
Suavemente, mordía su labio inferior y acariciaba nerviosamente sus pequeñas manos, mientras caminaba a su encuentro.


A su alrededor, el roce ligero de las hojas emitían un sonido que,
a oídos de aquellos seres superiores, eran notas que componían una sinfonía perfecta...


El la veía acercarse a la vez que esbozaba una tímida sonrisa infantil,
y se iluminaba su rostro al posar sus ojos sobre los de ella.

Una mirada bastó para ambos; tiernamente, tomó su frágil mano y la invitó a sentarse bajo las ramas de algunos árboles.

Se demoró unos minutos perdido en su mirada, sumergido en la profundidad de los matices de su alma;
mientras, con sus manos sintió cada poro de la piel de sus manos y brazos,
sus dedos estudiaron la morfología de sus labios, para después posar sus propios labios sobre la sonrosada mejilla de ella.

Luego, delicadamente, pasó su mano por aquella mejilla,
deslizándola dulcemente hasta su barbilla, la cual levantó con el mismo cuidado que se tiene
al levantar una muñeca de porcelana...
durante segundos miró por enésima vez sus ojos,
luceros que alumbraban el camino de su oscuro pasado...
ella se concentró en adentrarse en los suyos,
viendo la pureza de su alma reflejada en su pardo iris...
él, se acercó lentamente y selló aquel momento con un beso,
un beso les hizo revivir cada uno de los momentos en los que estuvieron juntos durante sus vidas pasadas,
un beso que fusionó sus almas una vez más para la eternidad...
Al finalizar tan apasionado ósculo, ella partió...
quizás por temor a lastimarlo, quizás por a ser lastimada,
quizás por temor al amor mismo... partió,
dejándolo junto a los espíritus del lugar,
junto a la Luna, junto a la noche.
Cri Rivera*
Martes, 6 de junio del 2009.