martes, 1 de abril de 2008

Elementos


Elementos

Sentimientos al borde de un precipicio, cuelgan de un delgadísimo hilo de plata.
Pensamientos que recorren los caminos de la mente y se cobijan en fosas de la memoria.

Sombras que atraviesan las distintas veredas del alma,
y matices que se divierten creando singulares degradaciones de emociones.

Excentricidades que se crean en la retorcida mente de una muñeca de porcelana
y ojos profundos y cristalinos, que revelan los secretos mejores guardados.

Falacias que descansan sobre el desnudo cuerpo de la lujuria,
tendido sobre una plana y fría superficie, en espera de una autopsia.

Rituales etílicos que se realizan a diario lastimando seres, creando humanos.
Días imaginarios, carentes de pasión, donde la tristeza brilla por su ausencia
y el dolor es imposible de encontrar.

Lluvia y lágrimas caminan de la manos, camuflajeádose la una con la otra,
evitando llamar la atención de aquellos que nunca se percataron de ellas.

Cuerpos que salpican sus pies en un mar de gritos escalofriantes.
Lamentos reales que sólo los sordos escuchan dentro de una estructura
donde cuatro paredes rojo carmín se levantan alrededor de ilusiones imberbes.

Solitarias siluetas con deprimentes aspectos se entrecruzan en cielos oscuros
mientras que en tierra firme, reclutas del olvido danzan al compás de melodías infinitas.

Luces que aturden pupilas agotadas de contemplar el vacío en espera de algo inusual
y pulmones exhaustos de recibir con los brazos abiertos al despreciable oxígeno.

Silencios que estrangulan las palabras sumergidas en las emanaciones de la arrogancia
cuyo destino continúa siendo un enigma para la vesania.

Se encuentra todo, cuidadosamente colocado, en el interior de un cofre antiguo y desdeñado,
destruido y reestructurado, misterioso y anhelado, albergado en un lugar curioso,
todo en un corazón que al destierro fue enviado.

Cri Rivera.

Lunes, 28 de enero del 2008.

*Photography by Eliza.